Un empate lógico

Un pinball. A eso se asemejó el campo de juego el pasado sábado: puro rebote, pelota dividida y un apuro constante. La claridad brilló (valga la redundancia) por su ausencia. Ni Mafisa ni Rubin Kazan pudieron hilvanar jugadas nítidas en ofensiva, y el empate a cero salió por decantación.

            Es cierto que una victoria rojinegra hubiese sido justa, porque el trámite estuvo a su favor y fue el que propuso jugar. Pero careció de chances claras, más allá de algunas aproximaciones por jugadas individuales o de pelota parada. Rubin sólo pudo acercarse al arco de Pablo por desacoples en la última línea.

            En el debe, nos queda haber intentado mas remates al arco, intentar culminar la jugada. Un cabezazo de Pala, que el arquero rival manoteó hacia el corner fue lo más peligroso. En el haber, la actitud de buscar la victoria desde el primer minuto, y el orden del equipo en general, dado que nunca quedó mal parado.

            Con 4 puntos, estamos en una posición expectante de cara a lo que viene. Quedan 3 partidos de acá a fin de año, y se nos viene una fecha doble. Jueves 8 es la primer parada; Patronato, el puntero. La cancha 8, la más chica. Tenemos que entender que los rivales son los once de enfrente, y no los metros del campo de juego. La ilusión sigue intacta, y más si el Mesías viene en camino...